domingo, 24 de agosto de 2014

El comienzo.

"Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad" .- Diego Luis Córdoba




Bienvenidos a mi blog personal en el que quiero ir compartiendo, sobre todo con mi familia, amigos, conocidos y a cualquier curioso que de manera accidental tropiece con este proyecto de diario, no sólo mi inicio y evolución en este fascinante mundo el cual veo como el lugar donde optimizar, al menos en mi caso, los pequeños ahorros de los que uno dispone sino también exponer desde una óptica un tanto pagana y personal como interpreto el mundo de la inversión y las finanzas.

Si bien es cierto que antes de acercarme a la bolsa estaba lleno de prejuicios negativos, y algunos de ellos me quedan por las malas prácticas (caso Gowex, por ejemplo) que en muchos casos se llevan como se conoce, de un tiempo a esta parte sé que la bolsa es un reflejo de la economía de la calle, de las familias, del empleo, de los países y de un sistema global.

Actualmente pienso que he perdido bastante el tiempo y que por nuestra nula educación financiera, al menos en España, el ciudadano medio ha dejado pasar multitud de oportunidades como para poder tener una vida un poco más independiente financieramente hablando, pero claro, partiendo de una mínima formación como para que pudiera, con criterio y con las herramientas necesarias, seleccionar valores que le permitieran ir rentabilizando si no todos sus recursos económicos sí una parte de ellos si es que estuvieran diversificados. Afortunadamente también creo que la conciencia colectiva está cambiando no sólo debido a la rapidez de la transmisión de la información sino también debido, en peor medida, a la mala experiancia que hemos atravesado o estamos atravesando la mayoría de los ciudadanos debido a la crisis.

Decía más arriba que en la bolsa se llevan a cabo malas prácticas entre otras cosas porque no hay un control exahustivo como debiera a pesar de la "aparente" regularizacíon de los mercados (CNMV entre otros) lo que hace de esta actividad, que ya de por sí conlleva un riesgo, que el público mayoritario se acerque poco o nada. Aunque este motivo no es el principal, como exponía anteriormente, es el de la propia ignorancia.

En cuanto al riesgo, como les explico a las personas más cercanas, invertir en el mercado de valores es como el que invierte en un negocio. Incluso mucho más fácil y al alcance de casi cualquiera ya que no conlleva tantas trabas como las que lleva montar ese negocio en el que para empezar tienes que darte de alta como autónomo, pasar por una serie de trámites burocráticos y comenzar a pagar los cerca de 300€ mensuales sean cuales sean tus ingresos. Imaginaros al individuo que desea montar una tienda de frutas y verduras. Este señor o señora, después de haber conseguido encontrar un local del cual tiene que pagar un alquiler mensual, todos los días corre el riesgo con su capital invertido pues "compra y vende" un producto perecedero. El día que lo vende todo estará de suerte y tendrá que guardar parte de sus plusvalías para los días en lo que esto no sea así para compensar el producto del que se tiene que deshacer porque se encuentre en mal estado.

De ninguna de las maneras trato de explicar que operar en bolsa es mejor que ser frutero. Todos mis respetos a este colectivo sin el cual no nos podríamos llevar una fruta a la boca. Pero sí me gustaría dejar claro que lo que estaría mejor sería que en el colegio nos hubieran enseñado que si parte de nuestros beneficios, sin prejuicios y con cautela, los invirtiéramos en el mercado, gracias al tiempo, en el medio y largo plazo, muy posiblemente tendríamos unos beneficios que nos permitirían hacer crecer nuestro negocio, por poner un ejemplo, lo que se traduciría en riqueza para las personas de la calle que además redistribuirían en otros sectores gracias al consumo. Y si no que se lo pregunten a la personas que compraran acciones de Google hace 5 años.

Invertir en el mercado de valores es, en definitiva, ser partícipe de una empresa en la cual depósitamos nuestra confianza mediante nuestra inversión monetaria. Esto conllevará pérdidas en algunos casos o beneficios en otros.

Las pérdidas serán cuando entremos en el terreno de la especulación y de la volatilidad. Beneficios serán cuando el tiempo corra de nuestro lado. Podemos perder dinero si invertimos una cantidad lo suficientemente importante como para no poder hacer frente a otras prioridades personales del día a día. No perdemos dinero si podemos permitirnos el lujo de aguantar una tendencia bajista la cual esté haciendo caer el valor por el cual decidimos invertir hasta que la tendencia se revierta hasta conseguir plusvalías. De todos modos hay herramientas como para minimizar esas pérdidas si no estamos dispuestos a sufrirlas bajo ningún tipo de concepto, son los famosos Stop Loss. Es por eso que cada cual debe saber a qué perfil pertenece, si el del especulador o al del inversor.

Que vaya por delante que no soy ningún experto, ni soy licenciado en económicas, ni domino los productos financieros, es más, reitero que estoy comenzando en este mundo, pero sí que es cierto que tengo muchísima curiosidad y la curiosidad es un valor... intangible. André Kostolany tampoco era economista y fue uno de los grandes inversores del siglo XX. 

Es todo por ahora. En las próximas entradas me gustaría ir explicando que libros fui leyendo para ir cogiendo cierta formación financiera y, más adelante, los criterios que suelo seguir para entrar en algunos valores.

Espero que les sirva de referencia. Un saludo. 






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